Foto tomada de la red |
¿Qué quiero decir con esto? pues que, rebuscando por ahí, me
encontré con que a las palomas les dan miedo los búhos y, de hecho,
en muchos hoteles y otros edificios están solucionando el tema de la
invasión de palomas con unos búhos de plástico que venden en
Inglaterra y que al final no me he enterado de si huelen de una
determinada manera o emiten algún sonido.
El caso es que vi la noticia de un hotel de La Coruña donde los
tenían y, rápidamente, pensé en llamar a mi prima Mary que vive en
Londres porque trabaja en la BP y decirle: “mándameeeeeeeeee media
docena de búhos de esos”. Pero luego recapacité y me dejé eso en
cartera y pasé al plan B, que consiste en una solución casera
porque pensé ¿y si las ahuyentan los búhos de plástico por qué
no las van a ahuyentar los búhos de tela, en plan espantapájaros?.
Entonces me acordé de que mi hijo tuvo un búho de peluche y lo
tengo guardado junto con más juguetes entrañables, pero pensé que
se me iba a estropear de tenerlo al aire libre, así que me puse y
con retalitos de tela de lo más estrafalario (la cosa es que “canten
y espanten”) hice 6, cinco búhos y una búha. Los he cosido a
máquina porque no puedo hacer nada con las manos (aparte de la
fibromialgia estoy en lista de espera para que me operen de las dos
por lo del tunel carpiano) pero me han quedado razonablemente bien;
bueno uno está un poco bizco, cosa que ya me han señalado en mi
casa pero yo, con respuesta para casi todo, les he dicho: “mejor,
así da más mal rollito y ahuyenta más todavía, hala”.
O sea que llevo 5 días seguidos sin palomas, veremos lo que dura.
Ahora bien, quien dice palomas no dice gorriones y estos, como toda
su vida, llevan ganándome la partida y se pasean por aquí como
Pedro por su casa y se siguen comiendo las plantas que a ellos les
gustan y ensuciando un poco.
La lucha de los gorriones ya la abandoné hace muchos años, en la
otra casa incluso hubo un tiempo en que, ingenua de mí, pensé que
si les ponía comida me dejarían las plantas en paz pero no, se
comían el alpiste, lo tiraban por todos sitios (incluso una vez me
creció una planta en el desagüe) y, además, se comían las
plantas, sobre todo las carnosas y muy especialmente la aptenia
(también llamada rocío o escarcha).
Pero ahora, como estoy tan contenta porque no viene ni una paloma, me estoy reconciliando con los gorriones y estoy considerando la posibilidad de comprar una fuente de esas de jardín para que estén fresquitos este verano. Me estoy volviendo blanda, no puede ser.
12 comentarios:
Es que aquí en Coruña , somos así yo he comprado un gavilán para que no aniden en mi casa las gaviotas.
Te hubiese invitado a un café gustoso.Si vuelves quiro ser vuestro guía
Besos
Que bonita solución. Yo tengo en el tendedero un pañuelo rojo de aquellos de cabeza y de momento da resultado. Un año cuando bajé de Lanuza me encontré en el balcón a la pareja de palomas con sus pichones. Besicos.
Oye, que buena idea.
Claro que si tengo que hacer yo los búhos...
Aquí leí que les daban una especie de lo que sea que coman que las esteriliza.
Besos y salud.
Pues ya mismo lo estoy diciendo en el curro, que no veas cómo nos ponen tó.
Buena suerte con la operación. A mi me da buen resultado dormir con férulas, no me opero, porque el pinzamiento me lo produce la artrosis.
Qué apañá eres pa tó, joia.
Muchos besos!
Yolanda:
Que digo que estoy pensando que se pueden hacer con el logo de la empresa, jaja (¿será por ideas locas?).
Oye y a juego con la tapicería de las terrazas también (mañana mismo hago unas muestras y lleno el maletín, que lo tengo desentrenado últimamente, y el lunes pido cita sin falta en Hermosilla 112 y a los suecos para que los vendan con sus juegos de terraza).
Lo de los conejos no me funcionó pero de esta me forro, jaja.
Besos
María:
Lo que atemoriza a las palomas es la mirada de los búhos.
He visto unos molinetes de viento que llevan dibujado en cada aspa un ojo de búho, con reflejos y todo.
Mi señora compró uno, pero se lo destrozaron las ráfagas de viento...
¡Suerte!
Un gran abrazo.
Para casi todo hay soluciones.
un abrazo
fus
Me alegro de que te haya dado resultado, y que las palomas se vayan a cagar a una acequia. Ahora lo mismo le coges manía a los gorriones, jajaja. Si estos también se ponen pesados, los espantas pero con una docena de anacondas reales del Perú, nada de trapos. Bichos que creo que llegan a medir hasta nueve metros de largo y pesan más de cien kilos.
Besos María y cuídate.
Me he reído con tu relato, la verdad es que no te falta chispa.
Yo he llegado a cogerles manía a las palomas, me manchaban toda la ropa, me desesperaba tenerla que lavar dos o tres veces e intentaba tenderla por la noche mientras ellas dormian.
Ahora, al cambiarme de casa, ya no tengo ese problema, pero no olvidaré a los búhos ¡por algo dicen que dan buena suerte! si yo lo llego a saber antes...
Te dejo un fuerte abrazo.
Kasioles
LAS PALOMAS YA NO GUSTAN A NADIE, PAISANA. TODO EL MUNDO SE LAS QUIERE QUITAR DE ENCIMA, ASÍ QUE PATENTA TUS BÚHOS Y A FORRARTE, CIEZANA GUAPA.
(ERES LA MONDA TOTAL)
UN ABRAZO DE MOS DESDE LA ORILLA DE LAS PALABRAS.
Hola María... aquí tenemos de todo, palomas, gorriones y golondrinas, a mi lo que menos me molestan son los gorriones o será porque estoy acostumbrada, pero la invasión de palomas no la soporto...si la solución es poner búhos me la apunto...tú sigue informando si hay garantías de su funcionamiento.
Un abrazo y feliz verano.
Lara:
Que me alegro de leerte guapaaaaa (cuánto tiempo).
Y, de momento, sí que me funciona, llevo 10 días sin ver una paloma por aquí (ni a ellas ni sus excrementos lanzados desde el aire).
Los gorriones siguen viniendo, aunque menos y los tordos también.
Ahora estoy pensando en hacer un águila-espantapájaros a ver si me funciona con los tordos.
Besos
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