El bizcocho enfriándose, la carne con sus patatitas preparadas hasta que fuera la hora de meterla al horno, el almíbar con brandy para emborrachar el bizcocho al fuego, los mejillones y la cebollita y los pimientos fritos para los tigres enfriándose y yo con las manos ocupadas haciendo la bechamel y ha llegado ella.
Y yo hablándole y diciéndole: "ehhh, ni acercarte que se me pega la bechamel" y ella erre que erre, venga a dar vueltas y yéndose al bizcocho, y yo con mi bechamel y girando la cabeza como la niña del exorcista y poniéndola verde y diciéndole que se fuera.
Pero ella ni caso, a lo suyo, ahora a asomarse al almíbar y yo en voz alta y acordándome de toda su familia: "mala bomba te caiga, mira si te ahogaras en el almíbar y te recito lo de Samaniego, lo de por golosas murieron presas de patas en él..." y me ha hecho caso y entonces se ha ido a por la carne, el caso es meter la nariz en todo y yo igual, casi a grito pelado con ella, y al final consiguiendo que no lo tocara, porque una cosa es preparar otro almíbar y otra tirar la carne.
Y luego, para rematar la faena, se ha venido a la bechamel y ahí yo ya no podía más y le he dicho: "tú vacílame que aún vas a ser hoy el ingrediente secreto, por tonta el haba".
Entonces, sólo entonces y bajo amenazas de muerte, me ha hecho caso y se ha ido por la ventana por la que había entrado, justo cuando yo había terminado la bechamel y estaba echándome mano al mocasín para cargármela con toda la alevosía que fuera posible.
Ella, la cotilla impertinente, era una mosca y yo me las cargo a golpe de mocasín porque son inmunes al insecticida y tengo narices a morirme yo antes que ellas. Luego, se limpia la zona donde ha sucumbido con lejía o amoníaco y hasta la próxima, a esperar a los parientes que vienen a su funeral.
Después, cuando me han preguntado con quién hablaba, yo muy digna he respondido: "¿estáis tontos o qué, con quién voy a hablar si estaba sola?".
Y yo hablándole y diciéndole: "ehhh, ni acercarte que se me pega la bechamel" y ella erre que erre, venga a dar vueltas y yéndose al bizcocho, y yo con mi bechamel y girando la cabeza como la niña del exorcista y poniéndola verde y diciéndole que se fuera.
Pero ella ni caso, a lo suyo, ahora a asomarse al almíbar y yo en voz alta y acordándome de toda su familia: "mala bomba te caiga, mira si te ahogaras en el almíbar y te recito lo de Samaniego, lo de por golosas murieron presas de patas en él..." y me ha hecho caso y entonces se ha ido a por la carne, el caso es meter la nariz en todo y yo igual, casi a grito pelado con ella, y al final consiguiendo que no lo tocara, porque una cosa es preparar otro almíbar y otra tirar la carne.
Y luego, para rematar la faena, se ha venido a la bechamel y ahí yo ya no podía más y le he dicho: "tú vacílame que aún vas a ser hoy el ingrediente secreto, por tonta el haba".
Entonces, sólo entonces y bajo amenazas de muerte, me ha hecho caso y se ha ido por la ventana por la que había entrado, justo cuando yo había terminado la bechamel y estaba echándome mano al mocasín para cargármela con toda la alevosía que fuera posible.
Ella, la cotilla impertinente, era una mosca y yo me las cargo a golpe de mocasín porque son inmunes al insecticida y tengo narices a morirme yo antes que ellas. Luego, se limpia la zona donde ha sucumbido con lejía o amoníaco y hasta la próxima, a esperar a los parientes que vienen a su funeral.
Después, cuando me han preguntado con quién hablaba, yo muy digna he respondido: "¿estáis tontos o qué, con quién voy a hablar si estaba sola?".
15 comentarios:
jajajajajajajaj
Expléndido! Muy bien, muy bonito e inesperado final.
Un abrazo
Jajajajajaja, y que bien limpias los restos para no dejar huellas por si acaso, eh? Jajajajaaja.
Besotessss!!
Un placer leerte María...que bueno!!!...Besos María y que tengas una buena semana
Que razón tienes Maria, siempre son inoportunas, yo ya he optado por maarlas con las paletas de antes, pues los insecticidas creo que las engorda jja
Un abrazo
Pilar
Lo que no te pase a ti mi niña ainsss, dí que tenias puesta la radio, cuela en estás ocasiones.
Un beso y cuídate vale?, con tanto bizcocho, bechamel etc. el apetito vuelve.
Lastimica de mosca, María. Si es que compréndela un poco. Tantos manjares apetecibles en tu cocina que para ella era una tentación difícil de soportar no probar algo.
Ay mosca, que con la paisana has topado. Date con un canto en los dientes si aún estás viva.
Un abrazo de Mos desde mi orilla sin moscas. (Al menos de momento).
Te juro que cuando te estaba leyendo pensaba que se trataba de tu madre… y yo pensando ¡pero que le pasa a la María es que se ha vuelto loca! Pero el final ha sido antológico. Digno del mejor Mr. Bean… Besos
Mi hermana Mª Angustias se carga las moscas pulverizándolas con laca del pelo, dice que es más ecológico...¿Cómo lo ves Srta. Tanzanita?
¡Con Dios!
Hola Maria. Saludos para ti y todos en escribimos pensamientos.
Paso a dejarte un fuerte abrazo.
Que Dios los bendiga.
Fra Rodolfo de Jesùs O.Carm
Eres de miedo María, ocurrente y simpática.
Gracias
Con ternura
Sor. Cecilia
jajaja, que final!!1 un abrazo
jajaj genial final magnífico donde los haya. Me has hecho reír y eso es estupendo.
Besitos y sonrisas finales:-)
¡Muy bueno! Que conste que me lo estaba imaginando, ya sabes que, entre cocineras, podemos compartir cantidad de episodios parecidos.
Abrazos y cariños.
Kasioles
Que bueno jajaja. Yo también hablo sola. Pero que cansinas son las dichosas moscas. Menos mal que no añadiste el ingrediente secreto jajaja. No pierdas el humor. Un bessito
Parece que la prima o la cuñada de tu mosca, sabedora de los ricos manjares que cocinamos, se plantan entre nuestros pucheros, a ver en dónde meten, primero las patas y luego su...¡ay Dios, qlp, como diría aquel!( espera que lo miro, no sé si es trompa, hocico o lengua).
Me sonaba a trompa, no la de Eustaquio,esa era para oir, no la de Falopio, esa es la de engendrar, es la probóscide y es aspirante.
Aspira de un de todo, pero el ZZpaff ya dejó de ser el más listo que las moscas.
Yo, las persigo con un trapo, subo la mosquitera y le digo que se vaya con viento fresco. A veces estoy más de 10 minutos, porque se resiste la puñetera moscarda.
El crujido y los caldos que rezumaría, a resultas de la escabechina, de estrellarla contra la pared, me dan un asco que me muero.
Para mí, María que son o primas o cuñadas, porque se pegan unos planeos por la cocina que ya es un caso.
Un beso,me he reido un montón.
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