No quiero de tus besos, de tu mirada;
no deseo palabras dulces, en la madrugada.
Tan sólo deseo contigo la verdadera confianza,
ésa que no traiciona, mejor que el placer de una cama.
No quiero de tus susurros, de tus jadeos;
no deseo mas que mucha paz en mis adentros.
Tan sólo deseo contigo la dicha y el bienestar,
para que juntos, de la mano, podamos caminar.
No quiero de tus ternuras, de tus silencios;
no deseo la infedelidad que manejas con esmero.
Tan sólo deseo un amor sincero y duradero,
para que no nos perdamos mar adentro.
No quiero de tus caricias, de tus abrazos;
no deseo mas que un eterno amor en el silencio.
Tan sólo deseo que tu amor me llege muy dentro,
que mi suspirar sea el tuyo y nos sumemos en ello.
No quiero mostrarme ante ti, sólo por deseo;
no deseo mas que tú y yo lleguemos a un placer sincero.
Tan sólo deseo que tu corazón y el mío se acerquen,
aunque en la distancia ciega, en el tiempo.
Autora: Rosa Mª
1 comentario:
Mal rollito lo de manejar con esmero la infidelidad.
El poema precioso, Rosa, como siempre.
Besos
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