Una nueva mirada, un beso;
una caricia inconfundible,
la ternura de tu cuerpo.
Un nuevo despertar, de fuego;
un ligero anhelo de adelanto,
el paso al frente y no atrás.
Una nueva versión de un día;
una consumida soledad decaída,
un desfile de fantasías infinitas.
Un nuevo lugar, en el mismo sitio;
un tibio pero cálido encuentro,
un tesoro que se aloja muy adentro.
Una brisa de esperanza, sin serlo;
una inconfundible derrota, tras la lucha;
una insaciable necesidad, que no duda;
una inmensa debilidad que agota el caminar.
Y es que sin tu palpitar, corazón,
sin el amor alojado en tu interior,
no puedo dar un paso sin ser yo.
Autora: Rosa Mª
3 comentarios:
Precioso, Rosa, yo creo que es de lo más bonito que te he leído.
Besos
Muchísimas gracias María.
Espero y deseo que pases un dichoso día.
Muchos besos. Rosa.
Soberbio, redondo, entrañable y muy intimista.
Me ha encantadooo.
Un abrazo enorme.
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