Entre mis muchos defectos se encuentra mi incapacidad para viajar con poca ropa, zapatos y bolsos, yo me voy a algún sitio para 7 días y, aparte de lo puesto, me llevo un montón de ropa, no menos de 7 pares de zapatos y otros tantos bolsos más alguno por si salgo de noche y unas zapatillas por si acaso.
Esta afición mía no sale gratis porque, como viaje en avión, a la ida tengo alguna posibilidad de no pagar exceso de equipaje pero a la vuelta, con las compras que hago, no me lo quita nadie, lo tengo adjudicado y asumido.
Hace ya muchos años, cuando empezaron a ponerse de moda las maletas rígidas, fui un día de compras y, pasando casualmente por donde están las maletas, vi una de reojo y me enamoré de ella, en realidad me enamoré del tamaño porque era mi sueño hecho realidad: “me va a caber todoooooooo”, pensé, qué alegría Dios mío, me la llevo.
La ocasión para estrenarla se presentó rápidamente, nos íbamos los 4 últimos días de Semana Santa a la playa y yo diciéndome a mí misma: “esta vez le doy en las narices a mi marido llevando una sola maleta, se va a enterar este, le cierro la boca para siempre” (esto porque él siempre se queja de que para qué tanta maleta, tanta ropa, etc.).
El primer problema vino cuando me puse a prepararla e intenté meter ropa para los 4 para cuatro días pero, dispuesta a exhibir mi capacidad para viajar con una sola maleta y un neceser, renuncié a llevar cierta cantidad y conseguí colocarlo todo bien apretado, eso sí.
El segundo problema vino cuando empezó a protestar por lo que pesaba la maleta (esto lo hace siempre), diciéndome que si llevaba un muerto dentro y todo eso que dice siempre pero yo ni caso, le dije que la arrastrara que para eso llevaba ruedas y que bajara por el ascensor que para eso lo habían inventado.
El tercero ya fue difícil de salvar porque la maleta no cabía en el maletero del coche, él sudando tinta peleándose con la maleta y refunfuñando porque no había forma y yo aguantándome la risa para que no se mosqueara pero, al mismo tiempo, pinchándole y diciéndole: “la culpa es tuya, haberte comprado un coche con el maletero más grande (era un Audi 80 y el maletero no era muy grande), mira como yo si pude traerla porque fui a comprarla con el todoterreno”. Al final consiguió meterla, pero sacando previamente la rueda de repuesto que hubo que poner dentro del coche metida en una bolsa de plástico, atrás entre mis dos hijos, y yo con el neceser encima.
Y esta maleta en concreto ha visto mucho mundo, incluso se la presté una vez a mi primo para un viaje al Caribe para que llevara todo en un solo bulto y ese día también me eché unas risas a costa de ella, porque la tenía preparada en la entrada de casa para cuando viniera a buscarla y llegó mi marido con dos amigos y dice: “¿nos vamos a algún sitio y no me he enterado?” y yo, bocazas e impetuosa como soy, le gasté una broma y le dije: “no nos vamos, es que te vas tú de casa y te he metido unas cosas ahí para primeros auxilios, el resto ya te diré cuando puedes venir a buscarlo”, se quedó blanco el pobre (los amigos también) pero yo me reía de lo lindo al verles la cara.
Esta afición mía no sale gratis porque, como viaje en avión, a la ida tengo alguna posibilidad de no pagar exceso de equipaje pero a la vuelta, con las compras que hago, no me lo quita nadie, lo tengo adjudicado y asumido.
Hace ya muchos años, cuando empezaron a ponerse de moda las maletas rígidas, fui un día de compras y, pasando casualmente por donde están las maletas, vi una de reojo y me enamoré de ella, en realidad me enamoré del tamaño porque era mi sueño hecho realidad: “me va a caber todoooooooo”, pensé, qué alegría Dios mío, me la llevo.
La ocasión para estrenarla se presentó rápidamente, nos íbamos los 4 últimos días de Semana Santa a la playa y yo diciéndome a mí misma: “esta vez le doy en las narices a mi marido llevando una sola maleta, se va a enterar este, le cierro la boca para siempre” (esto porque él siempre se queja de que para qué tanta maleta, tanta ropa, etc.).
El primer problema vino cuando me puse a prepararla e intenté meter ropa para los 4 para cuatro días pero, dispuesta a exhibir mi capacidad para viajar con una sola maleta y un neceser, renuncié a llevar cierta cantidad y conseguí colocarlo todo bien apretado, eso sí.
El segundo problema vino cuando empezó a protestar por lo que pesaba la maleta (esto lo hace siempre), diciéndome que si llevaba un muerto dentro y todo eso que dice siempre pero yo ni caso, le dije que la arrastrara que para eso llevaba ruedas y que bajara por el ascensor que para eso lo habían inventado.
El tercero ya fue difícil de salvar porque la maleta no cabía en el maletero del coche, él sudando tinta peleándose con la maleta y refunfuñando porque no había forma y yo aguantándome la risa para que no se mosqueara pero, al mismo tiempo, pinchándole y diciéndole: “la culpa es tuya, haberte comprado un coche con el maletero más grande (era un Audi 80 y el maletero no era muy grande), mira como yo si pude traerla porque fui a comprarla con el todoterreno”. Al final consiguió meterla, pero sacando previamente la rueda de repuesto que hubo que poner dentro del coche metida en una bolsa de plástico, atrás entre mis dos hijos, y yo con el neceser encima.
Y esta maleta en concreto ha visto mucho mundo, incluso se la presté una vez a mi primo para un viaje al Caribe para que llevara todo en un solo bulto y ese día también me eché unas risas a costa de ella, porque la tenía preparada en la entrada de casa para cuando viniera a buscarla y llegó mi marido con dos amigos y dice: “¿nos vamos a algún sitio y no me he enterado?” y yo, bocazas e impetuosa como soy, le gasté una broma y le dije: “no nos vamos, es que te vas tú de casa y te he metido unas cosas ahí para primeros auxilios, el resto ya te diré cuando puedes venir a buscarlo”, se quedó blanco el pobre (los amigos también) pero yo me reía de lo lindo al verles la cara.
12 comentarios:
Exelente entrada, me has hecho reir mucho con el chiste que le hiciste a tu esposo...Puedo imaginarme su cara pálida. Te mando un beso grande y que tengas un buen comienzo de semana.
María en eso soy igual a tí
Voy por un fin de demana y llevo ropa para un mes, que luego ni uso
Genial la broma que le hiciste a tu marido, me he reído mucho...
Un beso, Scarlet2807
Que bien me lo haces pasar mi querida María con tus historias. Siento no poder seguir hoy con otra de las mías. Pero te diré que a mí me pasa otro tanto de lo mismo con la maleta jajajaja. Me llevo de todo y aun pienso por el camino que me he dejado algo, no tengo remedio. La bromita a tu marido tiene tela, Pobre!! Yo también me apunto a eso jajajajaja, menuda soy yo también para gastarlas.
Besitos Guapísima, pasa una hermosa semana.
Me he reído con el final del relato, ¡pobre marido!.
No te imaginaba tan traviesa, haciendo esas bromas.
La maleta ha dado mucho de sí, quizás es hora de reemplazarla.
Saludos, Paisana.
Maria tienes peligo que un mono con una escopeta, jajaj. Estaba muerta de risa, tu maido metiendo la maleta, lo estoy visualizando, para gravar todo.La pasada de la maleta en la puerta es para que le de yo que se, y tu de cachondeo jo. Te entiendo total. Mi madre me dije hija ¿cuando te entara la seriedad? siempe contesto oh cuando sea mayo de edad, y tu mas de lo mismo
precioso. al menos me regalaste una sonrisa..
besitos
...(¯`v´¯) ♥ ♡♥
.... •.¸.•´
...¸.•´LluviaenelSilencioDeLaNoche
.. ( ♥
I♥
♥ ♥
Ahora entiendo porqué no te vienes a Marruecos conmigo el fin de semana. Tardarías varios días en facturar el equipaje.
jajajaja
Besoss
Ay las maletas, los viajes el equipaje y el "necesitaré esto tambien?" y sobre todo el "por si acaso que nunca se sabe".
Es un tema, éste de los equipajes que nos trae de cabeza a las mujeres, cuando salimos de viaje.
Me ha gustado mucho leerte, ya sabes que me encanta venir y disfrutar de vuestros escritos.
Un beso, me he reido imaginándote.
De la broma ... ufff con tus bromas, jajajaj.
Mayte: Eres mala, jajaja, varios días no tardaría pero con poco no podría irme, es superior a mí, jajaja.
Besos
Inés: gracias, si es que soy muy payasa y no me resisto, jajaja.
Besos
Tu marido un santo por aguantarte María…. Besos riso-terapia y encima gratis
Manasés: shhhhhhhh no digas nada de santo no sea que se lo crea, jajaja.
Besos
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