El poder de Rasputín

Rasputín (llamado el monje loco) fue un personaje de lo más controvertido, monje, perteneciente a la secta de los khlysty (flagelantes), se definía a sí mismo como "predestinado por Dios", hecho que, según él, le confirmó la propia Virgen María un día en que se abrieron los cielos y tuvieron una conversación.

Defendía y practicaba que hay que pecar muchísimo para que Dios tenga pecados que perdonar y alcanzar el cielo, sobre todo pecar contra la carne y que, cuanto más sucia estaba el alma, más cerca se estaba de Dios. Así que, con esa premisa, gran parte de su vida se la pasó de orgía en orgía y, parece ser, no se le resistía mujer alguna por el magnetismo de su mirada y su increíble resistencia física, se dice que llegó a estar 4 días seguidos de orgía en un campamento de gitanos.

Llegó a tener un tremendo poder en la Rusia de principios del siglo XX debido a la, al parecer milagrosa, curación de la hemofilia que padecía el infante Alejandro, hijo del Zar Nicolás y la Zarina Alejandra, de quien se convirtió en amante .

El poder de Rasputín molestaba a mucha gente, sobre todo a los nobles de la corte de los Romanov, así que hubo una conjura para asesinarle encabezada por el Príncipe Yussopov, quien había sido curado de una terrible depresión por Rasputín pero cuya mujer, la princesa Irina, estaba en el punto de mira de Rasputín como candidata a participante en sus próximas orgías.

Invitaron a Rasputín a una fiesta en casa del Príncipe Yussopov y le sirvieron vinos y pasteles envenenados con cianuro, de los que bebió y comió en gran cantidad sin el que el veneno le hiciera el más mínimo efecto. Alarmado, Yussopov le disparó 3 tiros (uno de ellos en el corazón) y un médico certificó su muerte. Pero no quedó la cosa ahí porque, al cabo de las horas, Rasputín se levantó dando un susto mortal a todos los presentes, que salieron corriendo y cerraron la puerta del salón dónde estaban. Entonces, Rasputín arrancó la puerta por sus goznes con sus propias manos y se puso a perseguirles, le zarandearon y cayó al suelo, donde fue salvajemente golpeado en la cabeza por Purishkevich, otro de los conspiradores, dejándole supuestamente muerto.

No contentos con ello, unos soldados le golpearon con barras de hierro hasta romper todos sus huesos y, creyéndole muerto, lo metieron en un saco, cortándole previamente el pene, y se dispusieron a tirar su cadaver a un río helado, haciendo un agujero en el hielo pero, al tirar su "cadaver" al río, oyeron una gran carcajada. Una posterior autopsia reveló que Rasputín murió de hipotermia, es decir que ni el veneno, ni los disparos, ni los golpes, ni la amputación del pene fueron capaz de matarle, lo mató el frío, ni tan siquiera murió ahogado.

Rasputín no se bañó en toda su vida, aduciendo que la suciedad era parte de Dios y debía ser respetada y parece ser que hedía a muchos metros de distancia, por ello no se comprende que tuviera tal éxito con las mujeres, a no ser que tuviera algo que ver su enorme resistencia física (recordemos sus 4 días seguidos de orgía) y su pene de 28,5cm., que le fue cercenado antes de morir y que todavía hoy se conserva en el museo erótico de San Petesburgo. Meditando sobre ello, es posible que su "atributo" atrofiara hasta el olfato.