“Cambio caballos (cv.) por caballo (equino), razón aquí”

Yo creía que nuestro ministro de industrial desde el 2008, el Sr. Sebastián, iba a pasar a la historia como “el ministro de las bombillas”, pues tuvo el hombre la brillante idea de regalarnos una bombilla de bajo consumo por casa para incentivar su uso, hecho que ni critico ni discuto aunque yo no fui a recoger la bombilla porque en mi casa la luz la pago yo y me ilumino como quiero.

Pero me temo que no porque, como se lleve a cabo lo que publicó anteayer el Heraldo de Aragón, al Sr. Sebastián se le va a recordar por ser el que nos prohibió conducir por el centro de las ciudades, imponiendo además una tasa para disuadirnos de hacerlo, siendo esta más alta cuanto más nos acerquemos al casco histórico.

Esto, claro está, no es por recaudar sino que es por nuestro “bien”, como todos los demás despropósitos de nuestro querido gobierno, el que, en su camino hacia el estalinismo, se está pasando de vueltas y acercándose peligrosamente al franquismo porque aquí estamos ya a punto de volver a ver en televisión aquello de cuando yo era pequeña que decía: “Aunque Ud. pueda pagarlo, España no puede” y cuyo objetivo no recuerdo aunque se me quedó en la memoria porque lo repetían machaconamente.

Así que, visto el cariz que está tomando el tema de la limitación de velocidad en España, la tercera fase del plan de ahorro que incluye racionar el combustible, la reducción de la luz en las carreteras y la intención de cobrarnos por conducir por el centro de las ciudades, aprovecho este espacio para poner el siguiente anuncio:

“Cambio caballos (cv.) por caballo (equino), razón aquí”

Bien sabe Dios que lo pondría en algún periódico pero, como hay que ahorrar y aquí me sale gratis, aprovecho este espacio con el permiso de mis compañeros de blog.

He estado curioseando un poco y resulta que un buen caballo te puede costar alrededor de los 6.000 €, tiene una vida media de entre 20 a 30 años y su mantenimiento mensual, comida, alojamiento y veterinario incluidos, es de unos 400€ mensuales.

La verdad es que cuanto más acaricio la idea de sustituir coche por caballo más atractiva me parece y he pensado, incluso, en hacerme con uno de aquellos faroles que se ven en las películas (para compensar el hecho de la reducción, también por nuestro bien, de las luces en la carretera) y una capa española de buen paño para el invierno para completar el look.

Y es que todo son ventajas, aire puro, te pones morenita en verano mientras conduces, digo montas, se me quita el estress porque me evito discusiones de aparcamiento o sacarle los cuernos (soy muy pendenciera conduciendo, lo confieso) a quien me hace algo inadecuado, te puedes meter por sitios por donde no quepa el coche, sin olvidar que si tienes que tirarte al monte, cual bandolero, ya tienes el transporte.

Así que lo dicho, si alguien está dispuesto negociamos pero, eso sí, lo quiero castrado no vaya a ser que salga corriendo detrás de la yegua del vecino y tengamos un accidente.