* Os extrañé *

He vuelto desde el centro de mi alma, donde el sigilo fué el protagonista absoluto.
Nadie, sino yo, habitaba ese espacio, sin límite de tiempo, sin acordes melodiosos, sin suspiros, ni quebrantos.
La brisa decidió adormecerse afuera, para no perturbar mi retiro elegido, sin colarse por las rendijas.
Los colores que prefiero cerraron sus ojos, en la suavidad de mi penumbra.
Nadie llamó, nadie pasó, nadie vino, nadie faltaba.
Buscaba un sentido a mi vida, sencillo, alegre, real y que permaneciera en el tiempo que anda a mi lado.
Ordené mis silencios, uno a uno, con primorosa parsimonia.
Pregunté a mis dudas dulcemente, mientras se alejaban diciéndome adiós, con una sonrisa .
Demandé a mi alegría si quería dibujarme sonrisas de luna clara, de nuevo y me dijo que sí.
Reclamé a mis manos las caricias escondidas, en la sombra de los tiempos, sin haber nacido si quiera y allí están, para entregarlas todas.
Conté todos y cada uno de mis momentos felices, desde siempre.
Pensé en quienes, de una u otra forma, me dieron momentos únicos, con su amistad verdadera, invadiéndome una ternura infinitia, sabiendo que son mi apoyo, cuando decaigo.
Instigué al reloj de mi corazón, para que despertara de su letargo predilecto.
Recaudé todas mis energías derramadas con los días pasados, cobrando lozanía como una sóla, para mi vida presente.
Y me siento preparada para lo que acontezca, en mi parte Inesperada, sin trabas, ni explicaciones que dar, renovada por dentro.
Sin grandes sobresaltos y a mi manera, me pongo en camino, de la mano de la realidad, que es la luz que guía mis pasos.

Cuando regresé de mí, recordé nuestros pensamientos, uno a uno, de todos vosotros, porque os extrañé tiernamente.